24 de marzo de 2013

¡Y amanece en la Trinidad!

 Sí hermano, no te engañes, porque en la Trinidad amanece todos los días, pero nunca amanece como amanece un Lunes Santo.
Hoy has dormido menos que nunca, te recogiste tarde porque quizás acompañaste a La Salud de vuelta al barrio, quizás también sabías que con tanto nervio esta noche ibas a dormir poco y bueno, qué decir, hoy es Lunes Santo y hoy, trinitario, es tu día grande.
Llevas semanas echando miradas furtivas a esa túnica malva que, ya planchada, cuelga del cortinero del salón de tu casa, esa túnica que parece decirte “¡eh, aquí estoy!” y que hace que todo se te remueva por dentro. Hoy ya puedes mirarla con seguridad y después de plancharla con tanto mimo arrugarla como el que arruga un trozo de papel mal escrito y meterla en una bolsa… ¿Lo llevas todo? Repasemos: túnica, faja, camisa blanca, pantalón, corbata y zapatos negros, la medalla… ¡listo! Te asomas al balcón, última mirada rápida al cielo de Málaga cual amenaza,  y te vas…espera, ¡¡los guantes!! ¿Y la tarjeta? ¿Dónde estaba?...Listo, ahora sí, vámonos al barrio.
Se te ha hecho algo tarde, vas a tener que alargar el paso, pero espera, ¿cómo es que vamos tarde? No son ni las seis…aún falta rato para que el Señor de Málaga salga a la calle y más para que nosotros emprendamos el camino… Ah!, vamos a la peña trinitaria donde los hermanos de la Mesa, desde hace ya años, se reúnen los Lunes Santo antes de la salida. Nos han dicho que nos pasemos por allí, que antes de llegar a nuestra casa-hermandad vamos a rezar delante de nuestro mosaico, que vamos a formar una marea malva que a contracorriente subirá calle Trinidad y que entre todos vamos a hacer que el trono vaya a una sola voz. Dicen que vamos a hacer hermandad, que nos vamos a fajar, que vamos a hablar, que nos vamos a concienciar, que nos vamos a motivar y, sobre todo, que vamos a dar ejemplo de lo que debe ser un conjunto de hermanos que se unen bajo un bonito fin común: Mejorar por Ella.

Siéntete orgulloso trinitario porque ahora, más que nunca, Málaga la espera y a eso has contribuido tu modestamente.
Siéntete orgulloso, porque siempre parece que has ido en contra de lo establecido, porque cuando todo el mundo pensaba en Él tú, estuviste con Ella. Porque sí, el Cautivo es lo más grande, pero Ella…Ella es más grande todavía.
 Siéntete orgulloso Trinitario, porque cuando los ánimos decaigan y el trono empiece a bajar, vas a tener a tu lado a un hermano que te dará un abrazo. Mírala a la cara, y piensa en este año, en lo bueno que has hecho y las penurias que estas pasando, quizás no tú, pero seguro que gente cercana a ti… ¡Empuja por ellos!, ¡Empuja por Ella!
La túnica está hecha ya un trapo, siéntete también orgulloso de ello, ese es tu trofeo y a mucha honra porque como  dijo alguien en el mejor pregón trinitario jamás escrito “donde otros son novios de la muerte tú, trinitario, eres un pretendiente de la alegría”. ¡Vamos, un poco más, que ya estamos en el barrio y ahora es cuando vamos a disfrutar! ¡Duérmela! La mecida es amplia, parece infinita…alarga el paso, alárgalo un poco más y ¡quieto ahí!... ¡atento! que nos vamos a ir con el paso Trinitario… ¡Vámonos!, ¡Ole…!

 Es cierto lo que dicen, esto solo se entiende en el barrio de la Trinidad y tú tienes la suerte de ser trinitario. Ella te eligió de una manera o de otra y tú aceptaste el reto de trabajar donde nadie miraba.
 Hoy es tu día, sobre todo hoy es Su día. Hoy Málaga es Trinidad, y la Trinidad es el paraíso.

No hay comentarios:

¡¡¡Así se vive desde dentro!!!

Mª Stma. de la Trinidad, en su paso por las Tribuna de los Pobres.